
El té blanco proviene del mismo árbol Camelia Sinesis L. como el resto de los tés que hemos visto. Era de uso exclusivo de el emperador y sus allegados en la antigua China, y para el pueblo llano, la pena por probarlo era la muerte ya que se creía que este té otorgaba a sus consumidores inmortalidad.
Los árboles de té de Camelia Sinesis L. pueden llegar a los 15 metros de altura pero son podados a un metro para que la recolección de hojas sea más fácil. Las flores de este árbol son pequeñas, de color blanco y tienen un fuerte aroma.
La recolección de hojas es el paso más importante en la elaboración de té blanco. No todas las hojas recolectadas son aptas para producir un té de buena calidad, generalmente se recoge el capullo del árbol con dos o tres hojas más. El número de estas determinara la calidad de la infusión. Hay tres tipos de recolección. La recolección fina en la que solo se recogen las yemas nuevas de la planta, es decir cuando todavía el capullo no ha abierto, es de este tipo de recolección que proviene el té blanco mejor y más caro. En los otros tipos de recolecciones se agregan hojas.
La cosecha del té blanco se produce solo en los primeros días de cada primavera, de ahí que sea tan apreciado y caro. Se necesitan alrededor de treinta mil brotes recogidos para producir cien gramos de té. Luego se dejan marchitar, se les quita toda la humedad y se desecan, apenas tocándolas.
Para prepararlo necesitamos agua lo mas cerca del punto de ebullición posible pero sin llegar a este. En el caso que llegue a los cien grados, antes de preparar la infusión, debemos esperar 10 a 15 segundos para verter el agua en la tetera.
El té blanco posee muchas propiedades. Contiene tres veces más antioxidantes que el té verde, esto hace que disminuyan la cantidad de radicales libres que tiene el organismo. Los radicales libres son los que provocan la oxidación de las células y por lo tanto su envejecimiento. Así que el té blanco es un gran aliado contra el envejecimiento celular, y enfermedades como el cáncer, una consecuencia posible de ese envejecimiento.
Aumenta la capacidad de concentración y memoria, tiene gran cantidad de fluor, bueno para dientes y huesos. Tiene la mitad de cafeína que el té verde por lo que es recomendable para gente que no puede consumirla. Tiene grandes efectos en la reducción del colesterol en sangre. Además la infusión de té blanco es muy agradable y nos ayuda aumentando nuestra energía.
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